viernes, 8 de julio de 2011

Muchos o pocos?

Muchos o pocos alumnos? Qué es mejor para un dojo?

Comercialmente, no hay dudas. Cuantos más alumnos, más entrada de dinero.

Pero espiritualmente -y esto es lo importante en un verdadero dojo-, lo mejor es tener los alumnos que realmente quieren practicar, aprender, compartir. En estos 8 años que llevo al frente del dojo, he conocido cerca de 150 practicantes: Si todos ellos, o siquiera la mitad hubiese seguido practicando, seguramente podría haber construido un dojo propio. Pero claro, no fue así. Y eso también es bueno, Quiere decir que el Aikido no es un camino para todos. Porque lo bueno es que cada uno pueda elegir su camino.

Y a eso voy. En este momento tenemos en el dojo unos 20 alumnos. De esos, al menos 3 han dejado de practicar en algún momento. Y han vuelto. Por qué? Supongo porque el dojo les da un ambiente de amistad, compañerismo, comprensión, protección. Y un lugar donde practicar aikido.

Por eso, prefiero que el dojo tenga pocos alumnos. Y que ese grupo esté conformado por gente que ha pasado antes por ahí, y que se dio cuenta que nuestro dojo es un buen lugar donde compartir.

El aikido emociona

Es posible emocionarse practicando aikido? En 2010 descubrí que sí.

En abril, sensei Wagner BULL y SHIKANAI Ichitami sensei -ambos instructores en Brasil-, dieron conjuntamente un seminario organizado por el Centro de Difusión del Aikido.

Sensei BULL -quien para mí es una locomotora incontenible-, mostró nuevamente su capacidad de ser un "puente" entre el pensamiento japonés y el latino. Excelente.

SHIKANAI sensei -a quien no conocíamos-, logró despertarnos, o al menos sacudir nuestras cabezas respecto de lo que creíamos saber en cuanto al manejo del jo en aikido. Si bien él trabaja en jodo, y no aikijo, nos recordó que no siempre lo que hacemos es lo único que existe. Y lo hizo de tal manera, que pudimos comprender que, no saber todo no es malo, sino bueno, porque nos permite entender que tenemos un mundo de situaciones por descubrir.

Nos volvió a visitar KATO sensei. Una grandeza cubierta de humildad. Algo sorprendente en lo técnico y espiritual. Una sensación transmitida de tranquilidad que llenaba el tatami.

En noviembre, tuvimos por primera vez en Argentina, la presencia de SOBUE Mitsuru shihan, Director del Meirin Juku en Nagoya, Japón.

SOBUE sensei fue alumno de YAMAGUCHI Seigo shihan, al igual que SAKANASHI sensei. Por medio de Mauro NOVARA -un compañero de práctica e instructor del Musubi Dojo, en Puerto Madryn- quien fue a Japón por una beca de estudios, pudimos contactar a SOBUE sensei. Desde ya que para mí no existen las casualidades, por lo nos queda por aceptar que esto era parte del Camino.

Este Camino es realmente emocionante. Al menos asó lo estoy viviendo.