"Bueno, inscribite, no esperes", le contesté. "Sí, tendría que empezar". "Tenés que empezar porque si a vos te gusta y nunca practicaste y te sentís así viéndolo, cuando empieces seguramente te vas a sentir mejor y vas a ver que te gusta más. Si no podés empezar ahora por organización, ponete una fecha, un mes, dos meses, tres meses, pero ponete una fecha y empezá porque es para vos, y sí tanto te gustó vas a ver que esto te va a gustar".
Lo que me pasó a mí fue que yo veía la mirada que tenía cuando me contaba todo esto y me hizo acordar a cuando yo buscaba algo para empezar y encontré aikido.
Creo que si hubiera una forma de definir algo visualmente o gráficamente como SHOSHIN, era la mirada de esta mamá que nunca había empezado y tenía ganas de empezar, y le gustaba y ella sabía que le gustaba pero no podía explicar por qué. Me reconocí en mucho de lo que ella decía y lo que ella me hacía sentir. Ojalá podamos seguir sintiendo eso en cada clase.
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