Mi idea es que es bueno rendir examen en aikido. Lo pienso como alumno, y claro está, desde hace un tiempo lo analizo más en profundidad como instructor.
Como alumno, con el tiempo uno va necesitando otras cosas, aprender más de lo que la graduación que se tenga pueda dar. Pero es bien cierto que es necesario que la graduación esté asentada en uno para poder dar otro paso más.
"El cinturón tiene que apretar", es una frase que se suele decir mucho cuando se habla de este tema. Cuando realmente mi graduación actual esté internalizada en mi cuerpo -y mi mente-, será el momento de rendir otro examen.
La palabra examen muchas veces atemoriza al alumno. Muchos de los alumnos ya han dejado la escuela o la facultad y sienten que un examen, puede representarseles como un reto nuevamente. Y es cierto. Pero este desafío no es malo. Sólo es un desafío. Podemos elegir pasarlo, o dejarlo de lado.
Los resultados o consecuencias de esta decisión también serán bien diferentes. Si bien en un dojo podemos practicar todos las mismas técnicas sin hacer diferencias entre practicantes por la graduación, es real que la diferencia se verá en una persona que haya rendido examen y otra que no. Pude verlo con compañeros de práctica en estos años.
También he podido ver la voluntad enorme de gente que en otros ámbitos puede considerarse "mayor". Ver exámenes de personas de 60 años, es una experiencia maravillosa. Sobre todo cuando a esas personas se les da la posibilidad de realizar su examen sólo como nage, y cuando se le ofrece descansar como uke, dicen muy seguras que quieren hacer el examen completo. Todo un desafío para los demás.
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